La Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en la Calle Comerío, por la gracia de Dios, ha sido y será cuna de avivamientos.  Hemos recibido dos grandes visitaciones y manifestaciones poderosas del Espíritu Santo.  Ambas se dieron en momentos de gran necesidad: la década de los años ’30 y la de los años ’70.  Ambas marcaron el rumbo de la Iglesia y fruto de este mover, que ha seguido y sigue manifestándose, se han levantado en medio nuestro, cientos de líderes y familias que viven para la Gloria de Dios. Y si usted está leyendo esto es porque usted y los suyos pueden ser parte de… 

Este mover de Dios ha sido propicio para crear tres instituciones de servicio:  la “Academia Discípulos de Cristo”, de la cual se han levantado miles de estudiantes que, en su mayoría hoy, son líderes y personas de excelencia; la “Égida los Cantares”, que sirve de hogar a personas de la tercera edad; y el “Hogar Hermandad de Oro”, un hogar de atención a personas en necesidad de cuidados continuos.  En adición, en medio nuestro se han levantado ministerios adoración cantada, corporal y/o musical; varios ministerios y clases de crecimiento personal y familiar, de servicio comunitario y de acción social.  Dios nos ha dado la bendición de ser cofundadores y coauspiciadores de la Fundación Marta Orraca, que ayuda a personas que sufren la enfermedad del cáncer y que tienen necesidades especiales. 

Calle Comerío es una Iglesia misionera, dentro y fuera de Puerto Rico.  Desde antes de su fundación, en el 1912, ha estado sirviendo en las comunidades de Vista Alegre y Braulio Dueño, así como en toda comunidad a la que el Señor le ha dirigido.  Del seno de nuestra Iglesia se han levantado 14 Iglesias y han salido 41 familias a servir en diversos ministerios, principalmente el ministerio pastoral.  Actualmente, auspiciamos más de 5 campos misioneros y somos parte del Comité de Misiones Ultramarinas de nuestra Iglesia en Puerto Rico, junto al cual colaboramos en todo lo que el Señor nos permita y dirija a hacer.

En el presente, estamos en un proceso de oración y discernimiento para proyectarnos, dirigidos por el Espíritu Santo.  Estamos orando por un nuevo avivamiento y afirmamos que ya hemos comenzado a experimentar las primicias de este…  Estamos en un proceso de unidad, de discernimiento de la visión de Dios para este y para el tiempo futuro, y de una reafirmación del compromiso con Su Misión.  Y es por lo que en este tiempo tenemos como lema: